Sunday, January 24, 2010

La historia de la pata y el pato.


Esta es la historia de una pata. Mas bien, es la historia de un pato hembra. Una pata era lo que le faltaba, la había perdido en un juego de pocker contra unos estudiantes de veterinaria. Fue una noche donde el azar le dió la espalda, donde la gravedad y todas las fuerzas conocidas por los patos se confabularon en su contra, donde habiéndose quedado sin plumas, apostó las patas, las cuales armada con tan solo un par (yey), ante un amputante full, perdió. Como a los estudiantes les pareció muy cruel sacarle las dos patas, arreglaron en sacarle una sola, y en que se dejara hacer una traqueotomía, que decían la habian visto en una película y que estaba de moda, y que se la quicieron hacer al perro del vecino pero este no quizo. Esa noche la condenó a un largo camino de marginación y soledad, nadie quería andar con una pata de "cuack" ronco y que encima iba dando saltitos, como si todo el camino fuera una rayuela.

Un dia como tantos, trantando de patear una piedrita, con la cabeza gacha, como en un gesto de desolacion y desesperanza, se tropezó (yey), con un viejo granjero gordo barbudo mugriento, que le daría sentido a su vida. El hombre habia salido a comprarse una veleta pal rancho, porque la que tenia se le habian robado una banda de matreros muy urgidos. Fué verla y ver la solución, la mejor veleta que podía no comprar. Asi fue que la agarró, se subió al techo, le ató la patita al eje donde estaba la veleta anterior, y la dejó ahi, en ese vuelo infinito, el que hacen las veletas, siempre acompañando al viento. Cada tanto el buen hombre le pasaba un granito y un poquito de agua, siempre por el agujerito de la traqueotomia, porque el pico se lo habia atado, ya que, entre otras cosas, las veletas no debian hacer "cuack" aunque fuera ronco.

Un rayo terminó con la vida de la pata, de la pata que le quedaba y dicen que del resto del cuerpo también. Pero no es seguro, porque lo único que se encontró, fue la patita atadita ahi, en la cima del rancho.


NT: Pero las sillas son sillas, no son sillo hembra.

Thursday, January 14, 2010

vida y muerte de "Walther The"


Esta es la historia de Walther The, un abogado newyorkino que tenia un grave problema de incontinencia sexual. Y era un grave problema no por ser una incontinencia ni mucho menos por ser de carácter sexual, sino por el objetivo de su deseo: plantas en macetas. Dia tras dia Mr. The tenía que enfrentar una lujuria desenfrenada hacia estos vegetales encarcelados, muchas veces no teniendo mas remedio que tomarlos a la fuerza para hacerlos suyos en el baño de alguna poblada oficina o en el galpón de alguna desdichada vecina. De notar eran sus rondas nocturnas, en las cuales oculto bajo el manto de la noche, se encargaba de marcar con su escencia a todo aquel representante del reino vegetal, que enmacetado, osara colocarse en su camino.

Se puede decir que Walther perteneció a esa pequeña elite de seres que mueren haciendo lo que les gusta. Un día de enero, al comienzo de una tarde soleada, en un jardin como tantos, paradojicamente, conoció a ese ser especial, ese que nos puede llevar del infierno al cielo en un instante, que en su caso fue nada más y nada menos que una Conium maculatum (cicuta) que atrapada en una bonita maceta de arcilla, se contorneaba con la brisa insinuandosele con el mayor descaro. Conocedor de las facultades asesinas de este ser, no solo la lujuria se apodero de él, la adrenalina del riesgo, de la proximidad a la muerte, la bella idea de un final poetico: tocar el cielo y morir en el mismo instante. Confabulados estos sentimientos, amordazaron su conciencia y segaron su razon. Se entregó por completo. Y así murió, abrazado a la maceta, pegado esa planta, cual caracol en invierno (?)